martes, 19 de abril de 2022

El fútbol ha muerto

 Quique Peinado

Todo el mundo conoce los hechos por los que se escribe esta columna pero ni siquiera voy a nombrar a los protagonistas. No porque crea que no debo ni tema nada, sino porque son anecdóticos. Lo que ha pasado estos días, lo que hemos sabido de manera tan explícita y lo que seguiremos sabiendo, podría haber pasado con las dos personas en las que todos estamos pensando o con otras dos. Habrá ocurrido antes y seguirá pasando después. Porque si el fútbol, decía Valdano, es un estado de ánimo, el negocio llamado fútbol es un estado de putrefacción permanente.

Venimos de un Mundial celebrado en Rusia (un país cuyo gobierno no se acostó siendo modélico y se levantó siendo invasor) y vamos a uno celebrado en Catar edificado, según The Guardian, sobre 7.500 obreros muertos, unos fallecimientos que ni siquiera se van a investigar. El Mundial de Catar es una fosa común. Cuando lo veamos, porque lo veremos (yo también), debemos al menos saberlo. 

Que la Federación Española decidiera llevar la Supercopa, un torneo local, a una dictadura campeona en masacrar derechos humanos había sido asumido y hasta coreado por el éxito del negocio. Ahora sabemos que las personas que mediaron para hacerlo, además de forrarse, mantienen de manera pública que da igual de dónde venga el dinero: lo importante es que haya dinero, aunque este sirva para legitimar ante el mundo a un régimen asesino. Si la comisión tuviera un recibo, en él podría poner que es "en pago por lavar asesinatos, lapidaciones y discriminaciones". Tome este dinero por asesinar la democracia. Cójalo y disfrute. Y a jugar al fútbol.

Para ver más https://www.infolibre.es/opinion/columnas/aqui-me-cierro-otra-puerta/futbol-muerto_129_1225634.html