viernes, 27 de agosto de 2021

La estrella es Florentino. Felipe de Luis Manero 26/08/2021

 Yo no sé si Kylian Mbappé terminará o no jugando esta temporada en el Real Madrid. Lo que sí tengo claro es que Florentino Pérez está viviendo su verano más loco y salvaje, aquel que algunos nos conformábamos con imaginar en las bochornosas noches de Benidorm, rodeados de ingleses descalzos y de miradas torvas engulliendo grasientos trozos de pizza a las siete de la mañana, que a uno directamente se le quitaban las ganas de desayunar al visionar tal espectáculo.

El verano del presidente del Real Madrid empezó en primavera, los héroes pueden cambiar de estación a su antojo. Entonces Florentino se erigió en una suerte de Amadís de Gaula que, montando un oscuro corcel y enristrando una temible lanza, se lanzó sin miedo a combatir las hordas de infieles que amenazaban el futuro del fútbol mundial. La solución era (sigue siendo, al parecer), la Superliga, un invento para que unos pocos, los que creen sostener la industria, puedan también manejar las ganancias. La salvación para todos los demás vendría por una especie de remanente, calderilla sobrante que cada año les darían a los clubes plebeyos que en ningún caso podrían acceder a esa nueva competición. En resumidas cuentas, el fútbol estaba en las últimas y no era ninguna broma.

Florentino Pérez durante su aparición en 'El Chiringuito de Jugones' para presentar el proyecto de la Superliga en abril de 2021.



sábado, 7 de agosto de 2021

Superación olímpica: cuando rendirse no es una opción

 Los Juegos de Tokio han estado llenos de historias de deportistas que han logrado vencer problemas y desgracias personales para alcanzar el reconocimiento y el éxito. Ricardo Uribarri 

Cada edición de los Juegos Olímpicos deja historias emotivas, de superación, que pueden servir a alguien como inspiración. La cita celebrada en Tokio no ha sido menos. Hemos conocido a deportistas con los que nadie contaba que terminan alcanzando la gloria, otros a los que el deporte les dio una oportunidad en una vida marcada por las dificultades, también a los que supieron reponerse a pérdidas personales, y a los que a pesar de sufrir circunstancias adversas, que parecía alejarles del éxito, consiguieron el triunfo. Aquí les presentamos varios casos merecedores de ser destacados.

  El brasileño Italo Ferreira recibe la medalla de oro de surf en Tokyo 2020.

El brasileño Italo Ferreira pasará a la historia por ser el primer campeón olímpico masculino de surf, un deporte que se estrenaba en estos Juegos. El camino para llegar a este éxito ha sido de todo menos sencillo. De hecho, estuvo a punto de no clasificarse para el evento. Todo empezó en 2019, cuando tenía que viajar desde Estados Unidos a Japón para disputar la prueba clasificatoria. Antes de coger el avión sufrió un robo en su coche y le quitaron el pasaporte y el visado. Tras realizar numerosos trámites administrativos, logró nuevos documentos y billetes en otro avión. Pero un tifón en el país nipón retrasó el vuelo 24 horas. Finalmente aterrizó en Tokio, pero con el margen justo para desplazarse al lugar de la competición. Ni siquiera pudo esperar a recoger el equipaje. Afortunadamente, la prueba se había retrasado una hora debido a que el oleaje en la playa de Miyazaki no era el idóneo. Eso le posibilitó llegar a tiempo, pero cuando lo hizo, sus competidores ya estaban en el agua, solo quedaban nueve minutos para que finalizara la primera manga y no tenía ropa adecuada ni material. Su compatriota Filipe Toledo le dejó una tabla y con los vaqueros cortos que llevaba se tiró al agua. Aun así, consiguió hacer los puntos necesarios para pasar el corte. De hecho, se clasificó primero. Y fue pasando las siguientes series hasta lograr la plaza olímpica. La que dos años después le permitió colgarse la medalla de oro.

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martes, 3 de agosto de 2021

De reivindicar la salud mental a luchar contra la desigualdad: la otra cara del deporte de los Juegos Olímpicos

 

  • La gimnasta Simone Biles abrió el debate sobre la presión a la que son sometidos los deportistas de élite tras retirarse de varias competiciones por ver resentida su salud mental
  • El equipo femenino de Noruega de voleibol y las gimnastas alemanas han luchado contra la sexualización cambiando su vestuario tradicional por uno con el que sentirse más "cómodas"
  • El saltador Tom Daley ha reivindicado la lucha del colectivo LGTBI y dos atletas comparten el oro rompiendo el estereotipo masculino de la competitividad

lcarrasco@infolibre.es 

La neozelandesa Laurel Hubbard, primera atleta transgénero en unos JJOO. 

Efe
Ocho medallas. Tres bronces, cuatro platas y un oro. Ese es el titular que, al menos de momento y al menos en España, han dejado los Juegos Olímpicos de Tokyo. Pero solo en términos meramente deportivos. Si miramos más allá, estas olimpiadas tan atípicas —se celebran un año después de los previsto y sin una sola persona en las gradas— también están dejando titulares que a priori nada tienen que ver con el deporte. La gimnasta Simone Biles abrió el debate de la salud mental; el saltadorTom Daley quiso reivindicarse como homosexual y, a la vez, romper los estereotipos masculinos; las jugadoras noruegas de voleibol y las gimnastas alemanas protestaron contra la sexualización de las deportistas... La lista es larga. Y las reivindicaciones, aunque no se dirijan únicamente a lo deportivo, apuntan directamente a un ámbito en el que la igualdad de género, el respeto al colectivo LGTBI o la desaparición de los estereotipos férreos continúa lejos. Más, si cabe, que en el resto de la sociedad.